VALDÉS LEAL
EL ENIGMA DE LOS jeroglíficos de LA MUERTE
por Carla Pina
Los óleos In ictu oculi y Finis gloriae mundi, del pintor Juan de Valdés Leal, son jeroglíficos sobre la muerte que advierten a los fieles sobre cómo salvar el alma de la condena eterna
Al igual que Velázquez, el pintor barroco Juan de Valdés Leal (1622-1690) se hizo famoso utilizando el apellido materno. También porque fue amigo y rival pictórico de Murillo (1667-1682). Ambos se erigieron como los iconos pictóricos de Sevilla durante el siglo XVII. Esta popularidad convirtió a Juan de Valdés Leal en uno de los artistas más solicitados, y a lo largo de su vida nunca le faltaron encargos procedentes de comunidades eclesiásticas.
Entre las solicitudes destaca su trabajo en el Hospital de la Caridad, una institución fundada por Miguel Manara en la capital hispalense que daba cobijo a los mendigos. Allí se encuentran las obras In ictu oculi (En un abrir y cerrar de ojos) y Finis gloriae mundi (El final de las glorias del mundo), fechadas en 1672, y que son jeroglíficos de la muerte o postrimerías, según explica Marisa Caballero-Infante, conservadora del centro. Las postrimerías son, según el Catecismo Cristiano: muerte, juicio, infierno y gloria. Manara encargó a Valdés Leal un conjunto de pinturas para advertir a los feligreses de cómo salvar su alma y no caer en la condena eterna. En estos dos óleos plasmó "la fugacidad de la vida y el triunfo de la muerte sobre las vanidades mundanas y la necesidad de hacer obras caritativas para llegar al cielo", dice la experta. De hecho, las pinturas se encuentran en el sotocoro, bajo el coro, para que fueran lo primero que vieran los fieles al entrar a la iglesia.
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Fuente: Magazine de El Mundo